toda la noche estuvieron durmiendo
estas mujeres
ni el mar mojaba
sus sueños
marisco ninguno
adornaba sus pies
ninguno de sus ojos adormecidos
han esparcido su polen del cielo o jardín
toda la eternidad
estuvieran durmiendo estas mujeres
y
el viento – antes perseguido por caballos –
hay
castigado sus flancos.
Everton Freitag
belas adormecidas!
ResponderExcluirbelíssimo